Nuestro Viaje a Europa 1ª parte

Nuestro Viaje a Europa 1ª Parte

Ahora oigan esto, ustedes, los que dicen: «Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad, y allí pasaremos un año haciendo negocios y ganando dinero»,  ¡y ni siquiera saben lo que mañana será de su vida! Ustedes son como una neblina que aparece por un momento y en seguida desaparece.  Lo que deben decir es: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.» 

(Santiago 4:13- 15)

Cuando emprendemos un negocio, un viaje, una misión etc., sea cual sea su importancia o envergadura... ¿Qué pasos damos inicialmente al respecto?
Si lo pensamos bien, nos jugamos mucho en cualquier emprendimiento. 

Este viaje nace producto de un anhelo, de una ilusión que Carmelo y yo teníamos para compartir con nuestro hijo, después de la partida de su hermana melliza tras haber contraído matrimonio, dejando un vacío inmenso en nuestro hogar. (Somos una familia muy unida).

Hace tiempo escuché algo como ¿qué le importa a Dios nuestras menudencias? ¡No lo molestemos con nuestras pequeñeces!
Nosotros sin embargo, pensamos que a Dios le interesa todo. Él quiere ser parte en todo. Él quiere cuidarnos y advertirnos en caso de peligro. 
Así que después de un largo tiempo de oración, exponiendo a los pies de Dios nuestro deseo, y con todo a nuestro favor, decidimos emprender esta aventura.

Todo comienza un lunes 11 de Junio del 2018.

Esa mañana no madrugamos demasiado pues era el inicio de un viaje muy largo.

El despertador no llegó a sonar debido a lo emocionados que estábamos. Lo teníamos todo dispuesto, solo nos quedaba desayunar y partir hacia nuestra aventura; una aventura que albergó una gran ilusión en nosotros. 

Con nuestro coche bien cargado, ya que nos íbamos por tres semanas, nos dirigimos hacia Valencia.  Comimos de camino a Barcelona en un restaurante contenedor súper chulo y finalmente llegamos a Calella ciudad donde pasamos la noche.
El hotel no estaba mal, sobre todo muy limpio que al fin y al cabo era lo más importante. Está frente al mar y pudimos presenciar nuestra primera puesta de sol cenando en la playa.
¡Oh Dios mío, qué maravilla!

Al día siguiente tras haber descansado lo suficiente, recogimos todo y bajamos a desayunar al comedor del hotel. El desayuno lo hicimos muy abundante, nos quedaba mucho camino por delante hasta llegar a Marsella (Francia). Comimos en Montpelier. Llegamos sobre las 18 horas, nos registramos en el hotel y marchamos a recorrer parte de Marsella, como fue: "Notre Dame" y el puerto.
Algo que llamó muchísimo nuestra atención, es que a las siete de la tarde aproximadamente comenzaban a cerrar todos los negocios, por lo que a las ocho ya no había ni tráfico, ni viandantes. Y esto en pleno verano. Y es que resulta que en estos países la vida comienza sobre la cinco o seis de la mañana, por lo que es normal que en la calle todo cese entre las seis y las ocho de la tarde.

 

Era ya el tercer día, nos dirigimos hacia Cannes lugar en que habíamos contratado el hotel, desde donde haríamos nuestras excursiones a estas tres ciudades: Cannes, Niza y Mónaco.  Como llegamos temprano, después de registrarnos nos fuimos hacia el paseo de la fama, sitio emblemático y famoso de dicha ciudad.
¡Lo pasamos muy bien!

El cuarto día nos dirigimos a Niza preparados con nuestros bañadores. Nuestro objetivo en esta ciudad era pasear, patear el casco antiguo (la colline du chateau nice, el mercado de las flores) y darnos un bañito digno del nombre que lo regenta "La Costa Azul".

Como esta ciudad es muy costosa, decidimos pasar a un supermercado y comprar para hacernos unos bocadillos. Encontramos un lugar espectacular donde comer y disfrutar de unas vistas privilegiadas 

Quinto día, después de recorrer las calles del principado de Mónaco en coche, ya que era imposible aparcar, muy decepcionados de este lugar seguimos nuestro viaje hacia la esplendorosa Italia.

Esperamos que os haya sido amena la lectura y sigáis con nosotros en esta aventura. Próxima parada "Italia"

María Soraya