Nunca imaginé viajar a Colombia cuando conocí a Yoana hace ya doce años. La conocí en Cuenca, fuimos compañeras de piso por unos meses mientras esperaba mi traslado a un centro más cercano a mi hogar.
Ella es médico y además de los buenos, yo fui testigo de ello. Aunque hicimos una muy buena amistad, lo cierto es que una vez me volví a casa no supe más de Yoana.
En el tiempo que compartimos juntas tuve la gran oportunidad de conocer su historia, bastante durilla por cierto, e incluso podría resultar un tanto fantástica. Sin embargo nunca imaginé que su historia me ayudaría doce años más tarde a comprender la situación de Colombia.
La República de Colombia es un país situado al sur de América, conocido en todo el mundo principalmente por la actividad de las guerrillas y los narcotraficantes. Esta era la idea que yo tenía de Colombia, por lo que este país era el último lugar que yo hubiera visitado según mi lista de deseos.
Sin embargo el día 23 de junio de este año 2019 nos dispusimos a tomar un avión rumbo a... Colombia.
Tras diez u once horas de vuelo aterrizamos con éxito en Bogotá. Allí nos esperaba nuestra guía M. De ella puedo contaros que es una de las personas más maravillosas que he conocido. Una mujer responsable, comprometida, culta y además superdivertida. Consiguió que amáramos a este país con sus gentes en tan solo una semana. De hecho no ha pasado un solo día sin que recuerde esta aventura.
Nos movimos también por dos departamentos (regiones) Huila y Meta. En el Huila pernoctamos en San Sebastián de la plata un municipio de dicho departamento. Allí viajamos a través de la zona rural para conocer a una de las tribus que aún sobreviven. Esta experiencia fue inolvidable, todavía conservo en mi recuerdo sus caras, sus sonrisas y el amor con el que nos recibieron. Debido a nuestra visita pasaron los últimos días arreglando el lugar donde nos hospedaron. Hubo un comentario que a mi personalmente me dejó caos: "Aquí hemos trabajado todos desde el mayor hasta el más pequeñito", el más pequeñito se trataba de un bebé que apenas andaba. ¡Uiiii! no podéis imaginar como corrían mis lágrimas dentro de mi corazón lleno de alegría y de admiración al mismo tiempo.
También viajamos a Meta otro de los departamentos de Colombia. Nos hospedamos en Villavicencio su capital. Aquí visitamos un colegio donde conocimos muchachos de diversas etnias culturales. Me llamó mucho la atención el cariño que se tienen, la falta de rivalidad entre ellos, y el amor con el que nos recibieron por supuesto, pero sobre todo, el hecho de compartir sus historias con nosotros ¡fue increíble!
A la vuelta de este viaje alguien me preguntó: ¿Te hubieras traído algún niño para ofrecerle las oportunidades que aquí tenemos? la respuesta es muy sencilla... NO, por supuesto que no, ¿por qué voy a arrancar de su lugar a alguien que es muy feliz, para ofrecerle todo aquello que son cosas que realmente no nos hacen felices?
En Bogotá conocimos a Y, a N y a MT. Tres personas muy especiales que cuidaron muy bien de nosotros.
En fin, como dije al principio nunca imaginé este viaje al corazón de Colombia para conocer más de cerca este país. Dios siempre tiene un plan y un propósito para cada uno de nosotros. En proverbios capítulo 16, versículo 1 dice así: "El hombre propone y Dios dispone" En versículo 9: "El corazón del hombre traza su rumbo, pero sus pasos los dirige el Señor."
Desde que conocí a mi Señor no ha dejado de sorprenderme ni un solo día. Si quieres vivir verdaderas e increíbles aventuras solo tienes que conocerle a ÉL. De nuevo te invito a formar parte de la familia ¿Cómo?
Dirígete a Jesús en una sincera oración, ábrele tu corazón y pídele que entre a vivir en él. Busca aquellos que también tomaron esta decisión y se reúnen para adorarle y conocerle mejor. El primer regalo que El Señor te hará será la Salvación de tu alma, y el resto de regalos una vida llena de aventuras, ¿te parece poco?
(Marcos 16:16)
María Soraya
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