martes, 27 de septiembre de 2016

MI ESTACIÓN FAVORITA...

Otoño

(FOTOS ADQUIRIDAS DE GOOGLE)



"Mi estación favorita es el otoño"
 

Queridos lectores: 

¿Cómo estáis amigos?
Yo, gracias a Dios, más tranquila. 
El otoño ha llegado, es una de mis estaciones favoritas. Me encanta sentir el frescor que la estación en sí trae, ver la luz del sol en declive, observar el cambio que se produce en la naturaleza, siendo lo más significativo, las hojas caídas de los arboles caducos, formando un gran manto de tonos cálidos sobre la superficie terrestre. También, es la época en la que arrancamos de nuevo en los trabajos, así como los distintos grupos escolares y universitarios; en definitiva, es como el principio de un nuevo año para todos. Según las predicciones de la AEMET, será un otoño más cálido de lo que corresponde,  con lluvias dentro de la normalidad; posiblemente ya lo sabéis, pues las noticias no dejan de hablar de ello.
 
Observando el comportamiento de la naturaleza y de como obedece a las leyes del creador, en mi cabecita ronda una idea, y es sobre la obediencia, ¿qué os parece si hablamos de ello?

Obedecer, según la real academia española, es cumplir la voluntad de quien manda,  por ejemplo: cuando somos niños, aprendemos a cumplir las normas, reglas y comportamientos que nuestros padres nos inculcan. Cuando nos hacemos adultos, nos sometemos a las leyes y normas que nuestros gobiernos hacen para el bien de todos.
Por lo tanto, la obediencia forma parte de nuestro aprendizaje desde que somos niños. Primero, obedecemos para agradar a los adultos buscando ganar la aprobación y el elogio de los mismos. Posteriormente, si somos debidamente estimulados por los adultos, por nuestro propio deseo aprendemos a controlar nuestra conducta, a cumplir las normas y las reglas de forma consciente, ya no para agradar a nadie, sino por la satisfacción que el hecho de obedecer nos produce... Si, eso mismo he dicho "Satisfacción", cuando hacemos lo que debemos nos sentimos satisfechos. 
De adultos nos sometemos a las leyes, reglas y normas que aquellos que nos gobiernan han dictado para el cumplimiento de las mismas y así convivir adecuadamente. Aunque, hemos de confesar que a veces no nos es tan fácil obedecer, como por ejemplo en situaciones como estas (y muchas más):

Papá: 
-Hijo no fumes que es malísimo para la salud.

Yo:
-(Pensando) ¡no pasa nada por un cigarro que me fume!

En el colegio la profesora de educación física:
-Haber chicos, no quiero chicles en clase.

Yo:
-(Meto la cabeza en el pupitre chicle a la boca) ¡ñan ñan ñan!

En la sociedad una de las normas:
-Se prohíbe el uso del teléfono móvil a toda persona que se halle conduciendo un vehículo de motor en la vía pública. Ley No. 143-01

Teléfono movil:
-Rin, rin, rin

Yo:
-(Miro por aquí miro por allí, no veo policía y cojo el teléfono) 
Hola ¿cómo estás?
 
¿De verdad no te ves reflejado o reflejada?

La desobediencia fue el primer pecado del hombre. Pecado que le llevó al alejamiento total de su Dios...
15 Cuando Dios el Señor puso al hombre en el jardín de Edén para que lo cultivara y lo cuidara, 
16 le dio esta orden: «Puedes comer del fruto de todos los árboles del jardín,  
17 menos del árbol del bien y del mal. No comas del fruto de ese árbol, porque si lo comes, ciertamente morirás
6 La mujer vio que el fruto del árbol era hermoso, y le dieron ganas de comerlo y de llegar a tener entendimiento. Así que cortó uno de los frutos y se lo comió. Luego le dio a su esposo, y él también comió. 
7 En ese momento se les abrieron los ojos, y los dos se dieron cuenta de que estaban desnudos. Entonces cosieron hojas de higuera y se cubrieron con ellas.
8 El hombre y su mujer escucharon que Dios el Señor andaba por el jardín a la hora en que sopla el viento de la tarde, y corrieron a esconderse de él entre los árboles del jardín.
Pero Dios el Señor llamó al hombre y le preguntó:
—¿Dónde estás? 
10 El hombre contestó:
—Escuché que andabas por el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo; por eso me escondí (Génesis capítulo 2 versículos del 15 al 17 y capítulo 3 versículos del 6 al 10)

Sin duda alguna, la desobediencia acarreó un gran lastre a la humanidad que dura hasta hoy.

Después de esta humilde reflexión, decirte que   Dios está con los brazos abiertos, quiere  abrazarte, consolarte, cuidarte, mimarte y recibirte como hijo  ¡Ven a ÉL!
 

Bueno amigos, espero que os haya gustado este ratito que habéis pasado conmigo. Mil gracias por vuestro precioso tiempo. Si te gustó no dudes en compartirlo y dejarme un me gusta. Hasta la próxima y que sea pronto chao, chao, chao

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