LA
BODA
"Cómo
preparar una boda sin morir en el intento"
¡Hay tanto que
preparar!
Todo empezó un agosto de hace casi ocho años. Pasábamos el
día fuera, tocó comer en un restaurante chino (cosa que es habitual en nuestra familia).
Nuestra hija tenía quince años; era una niña muy madura para su edad y con mucha determinación.
Mientras comíamos rompió el silencio con: ¡Papá, mamá, tengo
que hablar con vosotros! temblamos ante tan tajante anuncio, sabíamos
perfectamente que nos traía algo muy serio.
Prosiguió hablando, nos contó que llevaba un año orando a
Dios por una respuesta en un asunto que le tenía muy preocupada, debido a su
edad. Se había enamorado de un muchacho y este de ella.
Poco tiempo después, como este muchacho vivía fuera, nos pidió
permiso para visitar a María y decidimos acceder a ello.
Recuerdo a aquel chico tímido acompañado de su madre, ambos
viajaron hasta nuestra casa para presentarse ante nosotros como protocolo de
buena educación (tengo que admitir que me conquistaron).
El tiempo ha pasado muy rápido; hoy nos encontramos con los
preparativos de la boda, e intentando no morir en el intento jajajaja.
¡Hay tanto que preparar! ¡Espero llegar viva!
Y para esta ocasión quiero compartir con todos:
Jesús
les contestó:
—¿No han
leído ustedes en la Escritura que el que los creó en el principio, “hombre y
mujer los creó”? Y dijo: “Por eso, el
hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su esposa, y los dos serán
como una sola persona.” Así que ya no
son dos, sino uno solo. De modo que el hombre no debe separar lo que Dios ha
unido. ( Evangelio de Mateo, capítulo 19
versículos 4, 5 y 6)
Queridos amigos y lectores gracias por leerme y… recuerda lo
bello que es compartir.
Chaoooo
María
Soraya
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